Teletrabajo: la nueva frontera del éxito empresarial

Una de las mayores pegadas que ha dejado el Covid-19 en nuestras vidas es, probablemente, el hecho de haber implementado nuevos modelos de trabajo más flexibles con la capacidad de adaptarse a las necesidades profesionales y personales de los trabajadores.

Hoy en día las personas no quieren tener la sensación de que se encuentran encerradas entre cuatro paredes. Por el contrario, necesitan espacios diáfanos en los que sentirse tranquilos y a gusto para poder cumplir con sus obligaciones. La idea de hacer acto de presencia a diario en la oficina ya pertenece al siglo pasado. Los trabajadores reclaman tener mayor libertad para poder trabajar desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando cumplan con los objetivos y obligaciones fijadas previamente.

Pese a la reticencia de muchas organizaciones y empresarios, el teletrabajo es una gran herramienta de trabajo, que reporta grandes beneficios a quien la implementa. Esta semana en Galicia Business School queremos contarte, en menos de cinco minutos, todo lo que debes saber sobre este modelo de trabajo que, sin duda, ha llegado para quedarse.

Hoy en día entendemos el teletrabajo como un método por el cual la empresa permite a sus trabajadores realizar sus labores en un espacio distinto a la oficina. Para poder disfrutar de esta modalidad es necesario que la organización disponga de las tics necesarias para ello.

Aunque pensemos que se trata de un sistema moderno, nada que ver. Los orígenes del teletrabajo se remontan a la Edad Moderna con el sistema del Putting Out.

El Putting Out, también conocido como sistema de taller doméstico o sistema de taller de trabajo, se refiere a un método de organización del trabajo industrial que se popularizó a partir de la Edad Moderna. Se caracteriza porque la producción en este contexto se ejecutaba en cada uno de los domicilios de los trabajadores. Es un método que se vincula especialmente al sector textil.

En un contexto más actual, el teletrabajo, tal y como lo conocemos, aparece por primera vez en los años 70, en plena crisis energética con el objetivo de ahorrar recursos. Pero no es hasta finales de los 90 y principios del siglo XXI, con la irrupción de Internet y de las nuevas tecnologías, que empezó a evolucionar el concepto hasta lo que conocemos en la actualidad.

Con la llegada del Covid-19 las empresas se vieron obligadas a desarrollar las tecnologías necesarias para no detener la actividad y que todos pudiesen desempeñar sus obligaciones desde sus casas. El teletrabajo durante el Covid sirvió para demostrar que los niveles de productividad no disminuyen cuando la gente trabaja desde sus casas.

Para disfrutar de la experiencia de teletrabajar desde cualquier lugar, es necesario llevar a cabo pequeños cambios que nos permitan adaptarnos al entorno y nos alejen de estímulos externos u otro tipo de distracciones.

Para ello recomendamos:

• Intentar adaptar el puesto de trabajo. Es importante buscar que el espacio en el que se vaya a trabajar disponga de buena luz e iluminación.
• La empresa deberá proporcionar el material necesario: equipo, software…
• La empresa deberá fijar unos objetivos determinados para poder medir y valorar el nivel de productividad.
• Si la comunicación es importante, en este contexto más todavía. Se deberán establecer canales de comunicación y organizar reuniones periódicas para estar al tanto de las funciones del departamento.
• Estar teletrabajando no significa que se puedan recibir interrupciones constantemente o recibir llamadas fuera del horario de oficina. Se debe respetar en todo momento el derecho a la desconexión e intimidad.

Una empresa que no dispone de la opción de teletrabajo, es una empresa del siglo pasado. Una empresa moderna es aquella que sabe adaptarse a las nuevas demandas del mercado, pero también de la sociedad.

Actualmente, España sigue siendo uno de los países europeos que tiene un índice menor de incorporación del teletrabajo y esto se debe a estar anclados a una cultura muy jerárquica, caracterizada por el control empresarial y la desconfianza en el trabajador.

Francisco Mesonero, especialista en la gestión e implementación de programas de Gestión de la Diversidad recalca que: «es una cuestión de confianza. La empresa debe asumir que sus trabajadores son responsables y evaluarles por objetivos y no por horas en la oficina».

1. Pese a que es recomendable que dicho método se aplique en las empresas, cabe recordar que es una metodología voluntaria, tanto para la empresa como para el trabajador.
2. Implantar el teletrabajo supone abrir horizontes y ampliar el rango de oportunidades, puesto que se podrá acceder a perfiles muy interesantes sin la necesidad de depender que asistan presencialmente a la oficina. Es una gran oportunidad para captar y retener talento.

Elige a los trabajadores adecuados

Es necesario saber identificar las áreas de la empresa en donde los trabajadores pueden desempeñar sus funciones desde casa, y las que no. Por ejemplo, en el contexto empresarial es frecuente implementar el teletrabajo en departamentos como administración o marketing.

No dejar nada al azar

Para evitar malos entendidos con los trabajadores, es importante definir las normas y objetivos que se deberán cumplir a distancia. Para ello, deberán implementarse herramientas que faciliten la comunicación como Teams, Zoom, Trello…

*Te recomendamos escoger solo una herramienta, para que la información y los trabajadores no se dispersen.

Dota a los empleados del material necesario

Para que los trabajadores puedan ejercer sus funciones correctamente, el empresario deberá proporcionarles el material necesario, como un equipo técnico de última generación y un teléfono de empresa.

Establece objetivos y herramientas de control

Como cualquier objetivo, debe ser alcanzable y medible. Además, para garantizar la presencia del trabajador, será necesaria una herramienta de control horario.

Cabe recalcar que esta metodología no es necesaria instaurarla de golpe, sino que se puede ir haciendo de forma progresiva. De esta manera será más fácil que se adapte a las necesidades de los trabajadores y de la propia empresa.

📝 Te traemos un término, que quizás no conocías, para que amplíes tu vocabulario en este ámbito:

• Desmaterialización: hace referencia a digitalizar cada vez más el ámbito laboral. Se puede entender como el proceso de transición de dejar de asistir a un lugar físico a desempeñar las funciones laborales para hacerlo a través de medios digitales.