Nuevas tendencias en el mundo empresarial: Soft Skills
Es probable que últimamente hayas estado escuchando mucho el término soft skills (habilidades blandas en español), y es que, en el ámbito laboral, está a la orden del día.
Hoy en Galicia Business School te contamos qué son las habilidades blandas, el motivo de que estén en auge y algunos ejemplos de ellas.
¿Qué son las habilidades blandas?
Las habilidades blandas son aquellas competencias o aptitudes que posee una persona para reaccionar a su medio y que no dependen de conocimientos técnicos previos. Es decir, son aquellas competencias que nos ayudan a relacionarnos con nuestro entorno en general.
El término nace de la mano del ejército estadounidense. En la década de los años setenta, detectaron que sus mejores tropas no eran exclusivamente aquellas que se manejaban bien con la maquinaria, sino también aquellas con habilidades transversales como la resolución de conflictos, la responsabilidad o el trabajo en equipo.
Por el contrario, también existe lo que se conoce como hard skills o habilidades duras. Estas son aquellas competencias que se aprenden mediante cursos educativos y que están respaldadas por títulos o certificaciones.
En resumen, las habilidades blandas dependen de la personalidad y de los atributos de cada uno. Mientras que las habilidades duras, dependerán del puesto de trabajo que desarrolles o de la materia que estudies.
¿Cuál es la importancia de las habilidades blandas y por qué?
Como ya hemos mencionado anteriormente, las habilidades blandas están a la orden del día en el mundo empresarial. Cada vez más organizaciones se suman a esta tendencia y empiezan a tener más en cuenta en las entrevistas las soft skills.
Hace un par de años el IBM realizó un estudio a casi 6.000 ejecutivos de 50 países para conocer cuáles serían las habilidades mejor valoradas por directores en las empresas. El resultado sorprendió a la mayoría, ya que las habilidades tecnológicas se quedaron por detrás de las habilidades blandas.
A lo mejor te estás preguntando, ¿qué es lo que diferencia a una persona que las posee de otra que no? Pues bien, según varios expertos en recursos humanos, se ha demostrado que las personas que poseen estos atributos son capaces de realizar trabajos específicos de manera exitosa. Os ponemos varios ejemplos a continuación:
- Mejoran el bienestar en la empresa: gracias a su actitud aportan energías positivas al equipo y los mantiene animados. Esto se traduce en un aumento general de la productividad de la plantilla.
- Ayuda en la resolución de conflictos internos.
- Fomentan el trabajo en equipo.
A pesar de ser habilidades muy demandadas, la realidad es que es más difícil de lo que parece encontrar personas con dichas habilidades. Esto se debe a que en muchas formaciones no se le presta la atención necesaria al desarrollo de estas.
La formación en Galicia Business School se diferencia en el trato con los alumnos y en el desarrollo de las sesiones, que se centran en crear vínculos, trabajar en equipo y fomentar las habilidades blandas de cara al mundo profesional y personal.
Cuáles son estas habilidades blandas
Si has llegado hasta aquí es porque te interesa saber cuáles son esas habilidades tan demandadas por las empresas. Pues bien, os dejamos a continuación una breve lista con aquellas que considero esenciales:
Adaptabilidad: es la capacidad de hacer frente con facilidad a nuevas condiciones o a cambios en el entorno. Un profesional que adopta el cambio puede trabajar eficientemente sin importar la situación, el proyecto o el equipo.
Pensamiento crítico: es la habilidad de analizar las situaciones de manera objetiva y lógica. Un pensador crítico es capaz de evaluar diferentes puntos de vista y tomar decisiones calmadas e informadas.
Resolución de problemas: capacidad de identificar problemas, analizar posibles soluciones y tomar decisiones efectivas para resolverlos.
Comunicación y escucha activa: un buen comunicador puede expresar ideas, dar y recibir feedback, y fomentar un ambiente de trabajo colaborativo.
Ética laboral: compromiso con los valores y principios éticos en el trabajo. Un profesional con una sólida ética laboral demuestra integridad, responsabilidad y respeto por las normas y políticas de la organización.
Gestión del estrés: capacidad para manejar el estrés y la presión en el entorno laboral. Un buen gestor de las emociones puede mantener la calma, tomar decisiones acertadas y mantener un alto rendimiento, incluso en situaciones estresantes.
Resiliencia: habilidad para reponerse rápidamente de las dificultades y adaptarse a los cambios. Un profesional resiliente puede manejar el fracaso, aprender de los errores y seguir adelante con una actitud positiva.
Desde GBS os animamos a poneros en contacto con nosotros sin compromiso a través de nuestra página web. De esta manera podremos informaros sobre nuestra oferta formativa y evaluar vuestro caso concreto, para aconsejaros la mejor formación.
Y para terminar…
📝Te traemos un término relacionado para que amplíes tu vocabulario en este ámbito:
Inteligencia emocional: capacidad de una persona para entender y manejar sus propias emociones, así como las emociones de los demás.