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La manera en la que relacionemos estrategia, innovación y competitividad será una de las claves del éxito (parte 1).

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La manera en la que relacionemos estrategia, innovación y competitividad será una de las claves del éxito (parte 1).

Existen tres elementos que pueden ayudar a consolidar una empresa y a contribuir a su éxito: estrategia, innovación y competitividad. ¿Pero existe una fórmula perfecta para hablar de estos términos?

Marcos Urarte, Director de Pharos y Profesor asociado de Galicia Business School, aborda estos tres aspectos en un artículo publicado en la revista Harvard Deusto – Business Review.

En las dos próximas publicaciones, trataremos de abordar estos pilares fundamentales del éxito para cualquier empresa. Usando como base el artículo de Marcos Urarte, anteriormente citado.

ESTRATEGIA

El término estrategia proviene del griego “strategós”, compuesto de “stratós”, ejército, y “ago”, conducir, por lo que vendría a significar “el arte de dirigir o conducir las operaciones militares”. Sin embargo, ante la acelerada velocidad del cambio, podemos afirmar que esta concepción de estrategia empresarial, basada en el modelo militar, está llegando a su fin. En todo el mundo está consolidándose un revolucionario enfoque estratégico, ya no basta con tener una buena idea.

Planificación estratégica

La actitud estratégica se basa en ser una actitud abierta al cambio, crítica y curiosa. La esencia radica en decidir que NO se va a hacer.

En la toma de decisiones es muy difícil definir lo que es una decisión errónea. Podríamos decir que es errónea cuando el resultado no es el esperado. Pero hay que entender que cuando se toma una decisión, se toma en un momento determinado, en un entorno, con una información, y que, a veces, cuando llega el resultado, pueden haber ocurrido una serie de hechos, absolutamente imposibles de predecir, lo que se ha denominado los “cisnes negros”.

Cuando una empresa toma una decisión, aunque esa decisión se pueda considerar errónea, siempre contiene un aprendizaje, sí, siempre. Cuando no la toma, además de que no hay ningún aprendizaje, alguien acaba tomándola por ella. ¿Quién? Sus clientes y competidores. El mercado va a seguir tomando decisiones, por lo que más vale tomar nuestras propias decisiones antes de que otro lo haga por nosotros.

¿Qué objetivos se persiguen a través de la planificación estratégica?

Definir la dirección a medio/largo plazo: Establecer el posicionamiento deseado.

Hacer un diagnóstico del mercado y de las nuevas tendencias: Fijar un punto de partida realista y desafiante (la anticipación nos dará, en muchas ocasiones, ventaja competitiva).

Ajuste mutuo entre empresa y entorno: Adecuar la organización a los nuevos retos y desafíos.

Identificar nuevas tendencias empresariales: Aprender de la innovación y de otros sectores mediante el análisis de casos prácticos.

Identificar, generar y priorizar nuevas oportunidades de negocio: Realizar un análisis DAFO.

Identificar y potenciar las nuevas competencias necesarias: Nuevos talentos.

Hacer que la empresa sea más competitiva de forma sostenible: Buscar la diferenciación.

Identificar y gestionar los riesgos: Contar con un mapa de riesgos como herramienta de control y previsión.

El futuro de una organización depende muchísimo más de sus propias decisiones que del entorno.

La semana que viene abordaremos los otros dos pilares fundamentales para el éxito de cualquier organización. La innovación y la competitividad.

Marcos Urarte

Marcos Urarte

Ingeniero Industrial, ingeniero de Sistemas por la Universidad de Fujitsu Limited en Tokio, Programa Dirección por IESE, Diplomado en Control de Gestión por ESADE y Diplomado en Dirección Comercial y Máster en Marketing por EADA. Director de Pharos y profesor asociado de Galicia Business School. Además, es también profesor en diferentes Escuelas de Negocios y universidades de España y Latam.