Claves para la gestión de riesgos en la cadena de suministro
Hoy en día la economía mundial está más interconectada que nunca, lo que supone grandes beneficios para aquellas organizaciones que operan en estos mercados. Aun así, ninguna está exenta de amenazas externas e imprevisibles, como por ejemplo la irrupción del Covid-19 en el año 2020.
La globalización implica que las empresas tiendan a establecer, en mayor medida, relaciones comerciales en diferentes puntos geográficos. Así, en todo proceso comercial es imprescindible conocer las etapas que van desde la fabricación del producto hasta su entrega al consumidor final, independientemente de en qué punto se encuentre la organización. Este proceso es lo que se conoce como cadena de suministro.
Si las cadenas de suministro no existiesen, el producto final no llegaría al consumidor. Por ello, es importante identificar y evaluar los posibles riesgos que puedan surgir durante todo el proceso, con la finalidad de mitigarlos o reducirlos al máximo.
Pensando en que las empresas lleven a cabo una gestión eficaz de sus cadenas de suministro, esta semana en Galicia Business School queremos contarte, en menos de cinco minutos, todo lo que tienen que tener en cuenta a la hora de iniciar el proceso.
¿Qué elementos incluye la cadena de suministro?
*Todos ellos deben estar bien coordinados para el cumplimiento de objetivos.
¿Qué tipos de riesgos existen?
En toda cadena de suministro existen una serie de riesgos internos y externos, siendo estos últimos más difíciles de detectar.
Internos
Pueden estar provocados por:
- Fallos en las operaciones
- Un cambio en el personal
Y también derivados de:
- Deficiencias en los procesos de cumplimiento
- Una mala planificación interna
Externos
Pueden surgir de:
- Una demanda impredecible
- Una mala planificación
- Dificultad para suministrar determinados volúmenes
- Sufrir un ciberataque
- Falta de control de la cadena de suministro
Cinco pasos que las empresas no deben pasar por alto
1. Aprende a identificar los riesgos ocultos
Las empresas tienen que reconocer cualquier riesgo que pueda amenazar a la compañía, por lo que es necesario que conozcan el contexto interno y externo que les rodea. Hay que tener en cuenta que algunas industrias como las automovilísticas requieren de una estructura tecnológica compleja compuesta por diferentes capas o niveles.
Algunos de los posibles riesgos a los que se enfrentan en este punto las empresas son:
- Riesgos directamente relacionados con los proveedores.
- Retrasos en la entrega de las materias primas o una subida de precio.
- Incertidumbre macroeconómica y geopolítica.
2. Evalúa los riesgos
En este punto se entiende «evaluar» como aquella acción en la que la empresa calcula y valora las probabilidades de que se produzca un riesgo, así como el impacto que podría causar cada uno de ellos en el entorno de la organización.
Para llevar a cabo la evaluación se puede recurrir a herramientas como la Matriz Kralijic.
La Matriz Kralijic permite clasificar, en función del riesgo, los productos, materiales y servicios que le hacen falta a una empresa para poder llevar a cabo el desempeño de su actividad. Se emplea sobre todo en el entorno de la gestión de compras.
De esta forma se consigue:
- Trabajar de forma más eficiente con los proveedores.
- Evaluar de forma más precisa los riesgos.
- Saber qué impacto tienen los resultados obtenidos por la empresa.
3. Controla los riesgos
Una vez hayas evaluado los posibles riesgos, es necesario establecer y diseñar los planes de acción que permitirán reducirlos. Es un punto fundamental en la consecución de objetivos de la empresa.
A su vez, el plan de acción debe contener un plan de continuidad en el que se indique cómo debe actuar y reaccionar cada eslabón de la cadena ante un posible riesgo.
En este tipo de planes se deben incluir aspectos como el impacto en costes y el tiempo estimado en recuperación.
4. Monitorea los riesgos
Para asegurar el proceso se debe revisar el plan de control con regularidad. Es necesario conocer las vulnerabilidades y tener claras las estrategias. El objetivo principal es conseguir la resistencia de la cadena, sin llegar a comprometer la competitividad.
Para favorecer la situación es recomendable:
- Diversificar la base de suministro, es decir, incluir más proveedores y tener al alcance diferentes geolocalizaciones. Con ello reduciremos las posibilidades de que la cadena se fracture en un mismo punto.
- Mejorar la previsión de la demanda, es decir, contar con algún tipo de alerta para gestionar el inventario. Esto permitirá prever el problema y tomar acción con antelación para solucionarlo.
5. Incluye protección legal en contratos con proveedores
Firmar contratos en los que se incluyan cláusulas de cumplimientos, permitirá que se tomen medidas adecuadas y garantizará el abastecimiento. Además, puede incluir alguna en la que se amortigüe el impacto financiero.
Elabora un plan exitoso en cuatro pasos
- Detecta los riesgos más importantes y priorízalos.
- Dispón de un gran abanico de proveedores para disminuir la exposición a los riesgos.
- Crea buenas relaciones con los proveedores y trabaja mano a mano con ellos para afrontar y reducir riesgos.
- Garantiza el flujo en la cadena en ambos sentidos.
Sigue las siguientes recomendaciones
- Cuenta con planes formales y estructurados.
- Supervisa la calidad de los productos que te proporcionan los proveedores.
- Verifica la relación con proveedores y terceros.
- Revisa de manera periódica todos los planes y procesos que hacen posible el correcto funcionamiento de la cadena de suministro.
- Esfuérzate por mantener una buena comunicación con todos los eslabones de la cadena.
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📝Te traemos un término, que quizás no conocías, para que amplíes tu vocabulario en este ámbito:
Cross-docking: se trata de un sistema de recepción y clasificación de pedidos en el que la mercancía se recibe y se carga inmediatamente en el medio de transporte, sin que exista un almacenamiento intermedio.